17 de diciembre de 2008
cumpleaños de mamá
Siempre he dicho que la gran mayoría de las mamás son las mejores del mundo, pero les apuesto que la mía les gana jajaja... qué puedo decir yo.
Todavía recuerdo el piso limpio en mi casa oliendo a lavanda, o sus panes riquísimos para desayunar (aún no doy con la receta). Siempre se preocupaba por que fuéramos bien peinadas a la escuela, o que lleváramos nuestra chaqueta cuando amenazaba con ponerse fresco el ambiente y nos decía "como dice el dicho 'ande yo caliente, ríase la gente'", algo que si lo digo ahora puede sonrojarme sin problema.
Ella es la que me trajo aquí, la que me heredó sus facciones, la que me hace el día cada vez que llama, la que rie a carcajadas, la que aguanta la carrilla, la que se pone años de más y nos obliga a corregirla... la que nos espera hasta tarde cada vez que avisamos que vamos en camino. Esa es ella, mi mamá...
Feliz cumpleaños número 66, apuesto a que son millones si se cuentan en sonrisaas y buenos ratos... y feliz navidad a ustedes!!! prometo darme la vuelta por sus lugares uno de estos días :D
un abrazoooo!!!
13 de noviembre de 2008
de aciertos...
Lo que parecía ser una mala semana resultó una semana pésima. Harta de los malos tratos, la bomba estalló en el trabajo, así que ya no estaré por aquí tan seguido como antes.
Pero bueno, las cosas suceden por algo... hay círculos que se cierran, relaciones que deben terminar porque resultan enfermizas, oportunidades que esperan detrás de la puerta que se cierra. Así es la vida, y ésta no es una despedida: es un encuentro de nuevas posibilidades y una vida más feliz.
Un abrazo para todos!!
ps.- Y si saben de una buena oferta, dejen su propuesta :D jajaja
10 de noviembre de 2008
para reirse un rato...
6 de noviembre de 2008
a casi 28 años...
Primavera de 1980. Hace calor. Ella entró en el hospital deseando buenas noticias, esperando escuchar lo mismo que las ocho ocasiones anteriores cuando había cruzado la puerta para el mismo fin.
Esperó menos ansiosa que las otras veces; sabía lo que diría el médico, es más, hasta podía adivinar las recomendaciones que le daría al terminar la consulta.
Llegó su turno. Cruzó la puerta. Su rostro cambió con el paso de los minutos, todo parecía igual que antes, pero había algo que no encajaba, algo no estaba bien.
“Siento mucho decirle esto, señora”, dijo el médico cuando terminó de revisarla. “Según lo que observé, el producto no tiene signos vitales, el feto está muerto y tenemos qué hacerle un legrado cuanto antes”.
Ella no supo qué decir. No esperaba escuchar ese diagnóstico. “Pero tengo tres meses de embarazo… y ha crecido… no puede estar muerto”, replicó. “Mire, señora. Sólo hay dos opciones: que usted regrese en un par de días, le hagamos el legrado y su vida continúe como hasta ahora, sin complicaciones. Y la segunda es que usted se empeñe en mantener al producto como si estuviera vivo, y usted muera también. O se salva usted o ninguno de los dos. Estamos muy a tiempo, señora”. ¿A tiempo de qué? Se preguntó ella en silencio. ¿A tiempo de negarse a una idea de un bebé nuevo? ¿A tiempo de tirar una probable vida a la basura?... No había respuestas.
Cuando salió del lugar llevaba en sus manos un papel que le indicaba día y hora exacta de la cita. El momento justo en el que se despediría de lo que estaba dentro de ella, ese “producto” sin signos vitales.
Llegó a casa, y mostró el rostro amable al resto de sus hijos, ellos no tenían la culpa de lo que estaba pasando en su cabeza. Esperó hasta la media tarde que llegó su marido para desahogarse. “Has lo que creas mejor, estamos juntos en esto”, fue lo que recibió como respuesta. No necesitaba más, sólo quería alguien en quién confiar y compartiera las consecuencias de sus acciones. El papel con la cita médica perdió vigencia. Los meses pasaron y el vientre siguió creciendo, tal como sucede en los cuentos con final feliz.*
Faltan 54 días para festejar mi cumpleaños número 28. Nací 6 meses después de esa historia. Aún no sé porqué no tenía signos vitales, y tampoco entiendo cómo es que alguien puede dar un diagnóstico tan aventurado estando una vida en riesgo. Lo único de lo que estoy segura es que el amor de mis padres lo rebasa todo, y de no ser por ellos, literalmente, no estaría aquí escribiendo lo que pasa por mi vida.
*Basado en mi historia real.
4 de noviembre de 2008
muestras...

“Debemos descartar todo”, dijo el doctor mientras escribía la orden de los análisis de laboratorio. Chido, pensé. Siempre es bueno saber qué anda circulando por nuestro cuerpo así como así. “¿Y qué cree que sea doctor?”, le pregunté para tener alguna pista. “Es la migraña, posiblemente… tal vez anemia o parásitos”, respondió. Parásitos. La sola palabra me causó disgusto. Pero es una posibilidad, siempre hay bichos que entran y ni siquiera dicen ‘con su permiso, seño’. Vi que indicó el examen coproparasitoscópico. “De éste son tres muestras, ¿verdad?, ¿puedo guardarlas en el refri y después llevarlas…?”, “no”, me interrumpió, “debe llevar una muestra, luego otra y así hasta completar las tres”. Le sonreí asintiendo. Me sentí como una estúpida, ¿a quién se le ocurre pensar que puede guardar muestras de excremento en el refrigerador? ¿dónde tenía mi cabeza? Me imaginé abriendo el refri para buscar algo que comer y topándome de pronto con un botecito con la muestra ¡qué asco!. Indudablemente mi idea no era buena.
Tan pronto como llegué a casa me preparé la cena, me tomé un yogurt activia y dos tabletas de un laxante que guardo para emergencias. Por la mañana ayunaría, tomaría la muestra de mi primera evacuación y listo, todo estaría perfecto para ir al laboratorio.
Son las 11 de la mañana del día siguiente. Hace tres horas que salí del laboratorio con un pequeño parche en mi antebrazo. Los análisis de sangre estarán listos mañana al medio día, y aún sigo esperando ir al baño para tomar la primer muestra de mi evacuación. “Puede traerme tres muestras en tres recipientes estériles, pero de evacuaciones diferentes”, me dijo la encargada. Me sentí aliviada porque pensé que era cuestión de minutos para empezar la recolección, pero jamás recordé que antes de los dolores de cabeza tengo un problema mayor y más recurrente: estreñimiento.
30 de octubre de 2008
quiero quedarme...

Quiero quedarme… con la brisa en la cara y el pelo expuesto… con mis pies libres y el calor en las mejillas.
Quiero quedarme… quiero quedarme…
28 de octubre de 2008
día de muertos...

22 de octubre de 2008
de locos...

Casi llego a mi casa. El sol del medio día se siente con fuerza. Un hombre está detenido en la acera, es un indigente y parece muy entretenido. Cuando paso cerca de él lo escucho decir “si, no se me va a olvidar… el rojo… aquí dice que el rojo”, mientras apunta a una lista imaginaria en su mano derecha, “pero si es éste, ¿no?... (Risas)… ¿ves? (Risas)”. Si otra persona estuviera con él y la lista o algo parecido estuvieran en su mano, seguramente se vería cuerdo. No aguanté la risa y seguí mi camino. Algunas personas que pasaban en sus autos seguramente dudaron de mi estabilidad mental, pero fue algo que no pude resistir.
¿Quién establece que una persona es “normal” o no? Según el diccionario de
Pero, ¿qué es la razón? ¿quién no se ha atrevido a desafiar a la sociedad con una actitud poco ortodoxa? ¿acaso existe un manual donde se nos especifica qué es un acierto y qué no lo es?
“¿Hossdueettrruueie?, ushidodosspspspddood? Lelenemmenesbsvsagshui”… me dice uno de esos seres extraños cuando voy a la oficina. No sé que contestarle, sólo le sonrío y sigo caminando. Él me acompaña y sigue diciendo cosas extrañas. Las demás personas en la plaza pública nos observan, algo que da seguridad en lugar de pena. Por fin se queda atrás, y mientras él se queda estacionado en su realidad, yo camino pensando en lo difícil que pueden ser las traducciones ciertas veces.
20 de octubre de 2008
post número 100 !!!!!

Cuando decidí hacer algo aquí por el primer año del blog resultó que tenía ya un año y varios meses, así que el festejo hubiera sido ridículo.
Pero hoy si hay motivo de festejo. Con este post se cumplen 100 entradas, algunas basadas en experiencias propias y otras más en artículos encontrados por ahí. Escribí del frío, de las mañanas, de la ciudad, de las sonrisas, de papá, de mi gata a la que aún extraño, de amores que se quedaron en el pasado, de mi convocatoria para encontrar mi otra naranja (que encontré tiempo después), de la vida, de la lluvia, de Santa y
Gracias a este espacio he podido compartir ideas, sentimientos, llegar a acuerdos, aclarar dudas, y sobre todo, conocerlos un poco más. Esto somos, algo que puede plasmarse en palabras, un lugar donde llegar de vez en vez para despertar o descansar… estamos a un click uno del otro, quizá por eso nuestra presencia física a kilómetros de distancia importa poco… gracias por estar…
17 de octubre de 2008
la segunda oportunidad...

Todos hemos tenido u otorgado una segunda oportunidad. Ahí está un Bush hijo acabándose el dinero estadounidense jugando a las guerritas; tenemos un poco más cerca a Calderón queriendo rescatar un país que está más que hundido; o esa llamada que hacemos otra vez aunque de sobra sepamos que no contestará nadie al otro lado.
La vida no sería lo mismo sin las segundas oportunidades… sin la reconciliación que aparece luego de una frase que nos hiere; sin esa esperanza de que nuestro equipo ahora sí logre la hazaña; sin ese nuevo intento por cocinar lo que vimos por televisión.
Gracias a ese “volver a empezar” es que conservamos a nuestros amigos, nos reencontramos con personas del pasado y podemos empezar de nuevo, nos damos cuenta que no todo está perdido.
Hoy utilicé mi capacidad de otorgar una segunda oportunidad y mostré mi cara sonriente a la dependienta del Centro de Distribución Telcel, pero me di cuenta que dar segundas oportunidades no siempre funciona… como la que se le dio a Bush o la del marido que golpea…¡¡¡la tipa me vendió un cable equivocado!!! Pero me va a conocer… no saldré de ahí hasta tener lo que yo, como cliente, le pedí…
15 de octubre de 2008
Receta para cazar moscas...
Receta para cazar moscas
10 de octubre de 2008
órale con la dependientaa!!

Centro de distribución Telcel. Viernes 10 de octubre. 10:15 am.
6 de octubre de 2008
felicidades extraviadas...
La pila de mi teléfono se acabó y olvidé recargarla en la hora de comida, y ahora estoy aquí esperando que la practicante llegue aunque lleva una hora y media retrasada. Seguramente intentó comunicarse conmigo para avisarme de su retraso, pero no pude recibir su llamada o mensaje de texto... y de recibir esa llamada estaría ahora en casa descansando...
Por fin recibí un correo de un concurso donde me inscribí con muchas ganas, y tan pronto abrí el archivo adjunto leí el "gracias por participar" entre líneas... era mi primer certamen en serio y ni siquiera alcancé reintegro...
Comienza la feria del libro en Monterrey, algo que no pensaba perderme por nada, y resulta que en los días libres que tengo para visitarla agendé otros compromisos importantes...
Y me duele la cabeza... ahhhhhhh me dueleeeeeeeeeeeee....
Pero todas son pequeñas felicidades perdidas, extraviadas por circunstancias que las hicieron alejarse de mi camino... iré al doctor y me quitará este dolor que llega todos los días como si fuera algo deseable; cargaré el teléfono sólo para enterarme que tengo un mensaje donde me dice la practicante que "hoy no iré a la oficina y por eso te aviso con tiempo"; mandaré a la fregada el concurso, al fin hay muchos que vendrán; y me daré tiempo para ir a la feria, si si... pero bueno, no debería quejarme, el resto de mi vida es perfecto....
Feliz inicio de semana!!
3 de octubre de 2008
cumpliendo con la dinámica del Italiano...
Feliz fin de semana!!!!
ps. Había olvidado poner las reglas, perdón. Aquí van:
Reglas:
Tomate una foto EN ESTE MOMENTO.
NO te cambies la ropa.
NO te arregles el cabello.
NO te maquilles otra vez.
Solo tomate la foto.
Publica esa foto SIN editar. No photoshopazo ni nada por el estilo.
Publica estas instrucciones con la foto.
Embarra a cuanto cristiano (o gentil) quieras con este meme y avisale en su blog o perfil de red social.
jajaja no embarraré a nadie... ya suficiente culpa tiene Álvarez....
23 de septiembre de 2008
gustos comunes...

22 de septiembre de 2008
Y el ganador es....

18 de septiembre de 2008
encuentros...

12 de septiembre de 2008
dudas del miércoles...

El miércoles fue día de dudas, todo lo que pasó frente a mí despertó ese algo que inquieta y deja un signo de interrogación tras de sí.... algunas de esas preguntas las dejo aquí, las abandono esperando se resuelvan pronto...
10 de septiembre de 2008
de enseñar...
Ehhhh!!!! Mañana voy a suplir a mi jefe a
Soy de la idea de que en un salón puede suceder de todo, desde la típica exposición aburrida que todos detestan, hasta esas actividades que parecen nada relacionadas con el contenido de la clase. Me gusta que se sorprendan, que la cara de sueño a las 8 de la mañana sea un rostro despierto y activo cuando me despiden 90 minutos después, que se sientan motivados para decir lo que piensan sin temor a ser juzgados (cada quien tiene sus razones muy válidas para pensar diferente) o simplemente que me llamen “profe” o “maestra”, aunque sepan de sobra que me falta mucho para serlo.
Un día una chica de primer semestre me preguntó “¿En qué otro lugar da clases? Es usted una maestra muy diferente”, le respondí que no soy maestra, quizá esa era la diferencia. Pero ahí están, hablándome de “usted” y buscando ser agradables, respetándose y trabajando frente a mí, pero causando alboroto con groserías cuando abandono el salón de clases.
Ellos no lo saben, pero cada vez que regreso y estoy frente a ellos me siento renovada. Sus caras expectantes, las sonrisas o sonrojos ante algún comentario, el chico que llega antes que todos y me comienza a platicar sobre su vida, todo, absolutamente todo de ellos, me recuerda a mí cuando estaba sentada en una de esas butacas. La esperanza que hay en sus ojos es la misma que estaba en los míos, las dudas que los asaltan y salen por sus bocas también salieron de la mía alguna vez, el hambre de triunfo y de cambiar la realidad social también la tuve yo…
Quizá por eso me alegra regresar de vez en vez, porque gracias a ellos puedo volver a una etapa de mi vida que me resisto a olvidar…
Aquí estoy en la biblioteca, cuando estudiaba 8º semestre de comunicación (éramos corruptos: tomábamos café aunque no estuviera permitido jaja). Alejandro Valero y yo preparamos el story board de nuestro cortometraje que al final salió del nabo jajaja... él era el director de fotografía y yo la directora (si, la culpable del fracaso). Ahora vive en Moncloholliwood, y espero pasar a saludarlo el fin de semana próximo, fue uno de mis grandes amigos en la uni... ahhhhh... recordar es chido...
5 de septiembre de 2008
premio a la vista!!!

Mi primera nominación a un premioo!!!! Muchas gracias, Randy, por molestarte en nominarme, creo que estar en la terna de un premio por estos rumbos es interesante porque jamás escribimos para ganar, sólo escribimos y ya, por catarsis o por mera costumbre...
2 de septiembre de 2008
entre lo público y lo privado...

Teníamos que lavar, no había de otra… y las nubes amenazaban con soltar una tormenta. “¿Y si vamos a la lavandería?”, dijo una de nosotras. Ese local está frente a la casa, sin embargo, para una mujer que se ufana de ser “toda una mujer”, ir a esos lugares es sinónimo de fodonguez… pero estaba a punto de llover y no podíamos dejar el fin de semana sin lavar.
Nos valió ese pensamiento autodestructivo, así que pusimos nuestra ropa en bolsas negras y cruzamos valientes la calle. Al cabo de tres horas, más o menos, estábamos de vuelta con una sonrisa en la cara. Misión cumplida.
¿Cuándo las actividades privadas se convirtieron en públicas? Hoy podemos salir a comer a un lugar sin que nos importe realmente si quien cocina está de buen humor (en casa de las abuelas eso era infalible: quien andaba de malas la llevaba de perder a la hora del sazón). Si un día se nos antoja beber y divertirnos, vamos a un bar y ordenamos bebidas con ingredientes que creemos conocidos, siendo que en la antigüedad el anfitrión tenía que ser el primero en tomar de la copa para que el otro se cerciorara de que no había veneno en el vino ofrecido.
La evolución de la sociedad nos ha llevado a modificar nuestras actividades, algo tan público como lo era una unión matrimonial, se ha convertido en un evento exclusivo donde necesitamos un carnet de identidad para acceder al festejo; o aquellas cartas que se enviaban en secreto y con un sello de cera único, ahora son correos electrónicos que se pueden mandar desde cualquier lugar del mundo (si, porque con BAM de Iusacell puedes acceder desde cualquier lugar jajajaja, bueno, eso dice el comercial), cambiando ese sello característico por nuestro nombre real o incluso por un pseudónimo.
Lavar era una actividad privada, que se hacía en casa ante los nuestros, pero la sociedad la arrastró y la hizo pública. Las siguientes generaciones seguramente se sorprenderán cuando les contemos de lo que actualmente se hace entre cuatro paredes, porque para ese entonces será algo anticuado… ¿qué actividad privada se convertirá en pública? ¿qué de lo que hacemos hoy ante todo el mundo terminaremos por encerrarlo y guardarlo para unos cuantos?... no tengo idea, ¿la tienen ustedes?...
28 de agosto de 2008
nuestra red...

25 de agosto de 2008
nosotras somos así...

Quien dice que las mujeres somos complicadas, tiene razón. Cuando decimos algo, pensamos otra cosa diferente; y si el otro menciona una frase, forzosamente queremos encontrarle un sentido ajeno a esas palabras literales...
Crecimos creyéndonos menos, brincando esa barrera que decía "no estudies, eres mujer", contradiciendo a otros que creían que una guapa no podía ser lista, pero todo eso es un simple espejismo.
La igualdad que exigíamos no llegará nunca, y jamás estaremos satisfechas laboralmente hablando (o hay un tipo que molesta a un lado, o una víbora que nos quiere agarrar en un tropiezo)...
Yo por eso no quiero igualdad, ni éxitos que me lleven hasta el cielo, ni hijos perfectos para presumir con los vecinos, ni un trabajo que me consuma horas y horas de mi vida a cambio de una cuenta en el banco que jamás disfrutaré... quizá, como las chicas de arriba, valgan más mis "peros", tal vez son los que me arrastren a la felicidad...
Buon inizio di settimana!!!!!!!!!!!!!!!!
ps. No lo había notado, las chicas de Maitena ya evolucionaron: el meñique desapareció de sus manos!! bien, yo siempre he dicho que no sirve jajaja....
22 de agosto de 2008
esta mañana...

Pero es agosto, y el sol no ha salido. Los brazos pueden estar desnudos sin temor al entumecimiento. Las gotas que caen sorprenden a muy pocos. Un oficial de tránsito vigila la calle, los niños la cruzan apresurados por madres histéricas que lucen descuidadas. El ruido del batido de huevo se escucha por la ventana del local de la esquina, los chiles rellenos se agotarán antes del medio día seguramente.
El sol no saldrá. Las gotas de lluvia caen con insistencia, la calle estrecha apenas da lugar a que los coches pasen…
Es agosto, pero parecería diciembre… y es viernes, aunque el clima se antoje para un domingo de chocolate en cama y abrazos fuertes…
19 de agosto de 2008
nuestros mexicanos...

Cejudo manifestó su orgullo por sus raíces mexicanas. (Jed Jacobsohn / Getty Images)
"La mitad de la medalla que he conseguido es mexicana, como mi corazón. Es igual para México. Y estoy orgulloso de que mis padres sean de

Sus padres, naturales de Tenayo, en México, dejaron su país natal para ingresar como indocumentados en Estados Unidos, donde nacieron Henry y su hermano Ángel, que le acompañó en la rueda de prensa tras la victoria.
No hace mucho Henry regresó a México para visitar a su familia, con motivo del fallecimiento de su padre, de quien dijo que "espero que me haya visto desde el cielo y que se haya sentido orgulloso. He sentido su fuerza", apuntó.
Aunque el luchador reconoció que su historia representa el sueño americano dijo que su vivencia "era una historia también típicamente mexicana. Somos los que vamos hacia adelante. No importa lo que te ha pasado antes. Si eres mexicano y tienes fuerzas, eres capaz de hacer lo que sea".
Cejudo, de 21 años y conocido como el "chaparro" abandonó la posibilidad de estudiar una carrera universitaria para dedicarse a la lucha. Se ha convertido en uno de los mejores del país.
"Esto es lo que quería hacer. Me puse un objetivo y entrené duro. Creí en mí mismo y lo logré", dijo Henry, acompañado por su hermano Ángel, al que le agradeció por ser lo que es.
Sin embargo, Henry dejó claro que es "americano y a Estados Unidos representé. Pero estoy orgulloso de mis orígenes mexicanos", apuntó tras comentar que habló en primer lugar con su madre, que "todavía sigue llorando de emoción".
"Siento que vivo el sueño americano. Es cierto que mi historia la representa. Estados Unidos me ha dado la oportunidad y estoy feliz de representarla", añadió el luchador.
Por su parte, su hermano Ángel reconoció que lo vivido por su hermano forma también parte de lo que les sucede a muchos jóvenes de México.
"En México con más frecuencia. Hay historias de todo tipo pero la conclusión es que hay que intentarlo siempre. Cuando te pasa una desgracia puedes emborracharte o luchar por la vida. Esto último es lo que mi hermano ha hecho", añadió Ángel Cejudo.
Henry agradeció a su hermano lo que es. "Conmigo o sin mi iba a ser lo que ha sido. Siempre ha trabajado duro, no he sido yo el artífice".
"En su carácter se ve sangre mexicana, desde pequeños nos sentimos bastante mexicanos", concluyó Ángel Cejudo.
15 de agosto de 2008
ahhh la edad...
El martes la acompañamos a los XI Juegos Culturales y Deportivos de Adultos Mayores de Coahuila, y ahí estábamos, observando cabecitas blancas y el ánimo a mil.
Los ancianos me parecen extraños, su corazón es joven pero su mirada envejece, todo pasa por un filtro de experiencia, de sagacidad, de temor a nada. Cuando los veo no puedo evitar pensar en lo que viene para mí: si tendré el pelo blanco como la señora de rojo, o mis pies podrán lucir a los 70 esas zapatillas que hacen ver hermosa a la viejita que acaba de cruzarse; si tendré un esposo que me ayude a bajar los escalones o será suficiente mi historia para tener un par de nietos escuchándome con gusto en el sofá…
Sé que cada cabecita blanca (o teñida) tiene una historia, y dentro de ella están inscritos muchos nombres, muchos relatos que se repetirán generaciones tras generaciones. Y aquí están, alrededor mío, sabiendo que los observo, mostrándose tal cual son a sus iguales… la vida es un parpadeo, y en lo que menos pienso estaré como ellos: siendo observada por una mirada joven que se preguntará si su futuro le pintará como el mío…
Quizá por eso mi mamá me encanta, porque físicamente somos iguales y psicológicamente es el mejor ejemplo a seguir… pero bueno, creo que eso aplica a la mayoría de las mamás…
Feliz fin de semana!!!
11 de agosto de 2008
huele a amor...
No tenía con quién ir a ver esa película extraña, es más, de no ser por él hubiera dejado pasar la oportunidad de ir al cine aquella noche. Y ahí estábamos, recordando tonterías e intentando regresar el tiempo. Habían pasado seis años desde la última vez que nos vimos, y aún así el estar juntos me parecía familiar; por otro lado, ver a muchos amigos en común me hizo recordar lo bien que me sentía en otros tiempos, cuando no había preocupaciones “de adultos” y el futuro parecía distante.
Pero ese no era mi presente. En el “hoy” no había lugar para otra cosa que no fuera el trabajo y la vida paralela que estaba tratando de comprar; cada vez que creía que las cosas podían cambiar, el sueño se derrumbaba para mostrarme esa realidad de la que siempre trataba de alejarme. Orgullo decían algunos, comodidad le llamaban otros, yo sólo me negaba al riesgo por temor a fallar de nuevo, y le sonreía a la soledad que siempre estaba ahí al llegar a casa.
Y apareciste, así nada más… sin pretender nada y mostrándote tal cual eras. Te convertiste en la ventana hacia una realidad distinta, una realidad muy diferente a este mundo de poses donde estaba sumergida, en el que todos se dicen perfectos y exigen halagos sin merecerlos siquiera. Me diste el respiro que necesitaba, ese aliento que había olvidado que existía. Y sí, lo sé, nadie lo imaginó, pero eso es lo que menos importa, sólo somos piezas que se encontraron y empataron…
La sonrisa que ves en mis labios es cierta… y las palabras que salen de mi boca lo son también. Y siéntete culpable, porque eres el responsable. Gracias por aparecerte, soy muy afortunada al empatar contigo… quédate un largo rato, por favor…
Ps. Sobra que lo diga, pero aquel anuncio clasificado de Chica busca… ha quedado cerrado, y no tuve que poner ningún punto a consideración ¡eso es suerte!
7 de agosto de 2008
sorpresas...
Alguien dijo un día que quien se sorprende no es quien llega a la sorpresa; es la sorpresa misma la sorprendida, al ser encontrada, al ser descubierta… hoy la vida fue sorprendida por mí, a la vuelta de la esquina, al ver esas flores que sobreviven en la mesa… ojalá se siga dejando sorprender…
4 de agosto de 2008
desobedeciendo reglas...
Eran las 6 de la mañana, el autobús salía a las 7:10. Mi salida nocturna del viernes se había prolongado hasta las 4 del sábado, así que sólo había dormido un par de horas. Un duchazo rápido, una maleta hecha a toda prisa, y la gran incógnita: llevar o no a la mascota. “Cómprale una jaula y la anestesia”, me habían dicho unos días antes, pero debido a mi desidia característica estaba ahí a las 6 y media sin saber qué hacer y sin oportunidad para ir a comprar lo necesario para cargar con ella. No me dejarían subir al autobús si la llevaba conmigo, y era una salvajada dejarla en casa y que sobreviviera con dos puñados de alimento (porque también eso había olvidado). Bien, decidí llevarla en uno de mis bolsos y arriesgarme, no sin antes decirle que fuera a hacer pipí o lo que necesitara (lógicamente no me entendió).
Cargué con todo y me subí al taxi, ya casi al llegar el taxista me advirtió que no me sería posible viajar con la gata despierta a lo que yo le contesté con un “si no puedo, ni modo”, algo que sonó a “¿y a usted quién le preguntó?” jaja...bueno, no sonó tan grosero. La Tizzy se comportó de lo mejor, no sacaba su cabeza ni hacía ruidos extraños. Como siempre he sido muy afortunada (sarcasmo), resultó que la corrida de las 7:10 estaba con una hora de retraso. Compré mi boleto para las 8:00 (50 minutos más!!!) y me salí a los andenes, no quería estar expuesta. Me sentía inquieta, no está permitido subir animales despiertos y sueltos junto con los pasajeros, así que estaba a punto de ser una delincuente. Justo cuando pensaba estas cosas y me ponía nerviosa con cada movimiento de mi bolsa, se acerca un joven maletero, “¿se le pasó el camión, señorita?”, a lo que respondí que no, simulando tranquilidad. “¿Qué no va usted para Monterrey?”… “No, no voy a Monterrey”… “¿A dónde viaja?”… (a punto de decirle que se fuera) “A Monclova, y no, aún no llega, estoy muy atenta con eso”… “Ah, pensé que iba a Monterrey” (lo dice con una sonrisa de ‘cómo caigo bien’ y yo contesto con otra de ‘si quisiera platicar te seguiría la corriente’). El tipo se cansó de mi cara de desvelo/intranquilidad/pocos amigos y terminó por marcharse.
Bien, el autobús llegó y me subí con la maleta y la bolsa con la gata. Tan pronto como estuve en mi lugar (estratégicamente de lado de la ventanilla) puse la maleta sobre mis piernas (no estaba tan grande) y acomodé a Tizzy en un pequeño espacio, de manera que estuviera cubierta. La primera hora fue de nervios: quería trepar a mi hombro, bajarse a correr, en fin, se movía hacia todos lados… pero jamás maulló. Las dos horas restantes se la pasó dormida, eso fue fantástico.
En Monclova la Tizzy se la pasó de la fregada, llegó como toda una mujercita, blanca, enorme y divina, y terminó aporreada por los gatos de mi hermano, llena de lodo, con una herida bajo un ojo y terriblemente sedienta… parecía otra. Sólo estaríamos ese día allí, así que por la tarde, ya junto con mi hermana, tomamos de nuevo al autobús para recorrer las dos horas restantes camino a casa, utilizando la misma estrategia del bolso. Ese trayecto fue mucho mejor, los nervios de la gata estaban relajados y le sentó bien el clima de la unidad (jaja esa palabra es chistosa, en realidad cualquier cosa única es una unidad ¿no?), pero esta vez todo el mundo se enteró de su presencia (menos el conductor y sus secuaces, claro), y me veían con cara de “¿qué le pasa a ésta con su gato?” y es que la Tizzy no tenía buen semblante.
En fin, llegamos a casa y todos se sorprendieron de recibir a dos ‘seños’, en lugar de una, y como era lógico, la Tizzy les ganó el corazón a pesar de su aspecto de indigente (ya estaba más limpia, pero aún lucía un tono beige jaja). La gatita esperó hasta llegar a casa de mis papás para hacer sus necesidades, eso me pareció un buen detalle :)
Después de varios días, en una charla cualquiera, mi papá me pidió que le regalara a Tizzy, que tenía ganas de un gato que supiera estar dentro de casa (porque dio la casualidad que la gatilla se portaba como nunca la muy jija) y ante sus deseos no tuve más que ceder.
Ayer regresé a Saltillo con la maleta llena y el bolso vacío, limpié sus cosas y las envié con mamá. Mi papá la bautizó de nuevo así que cuando pregunte por ella tendré que llamarle Bolita (jajaja se pasó con el nombre, ni batalló), y ya no es la nieta de papá, es su hija.
No lo negaré, la extraño. Ya nadie me recibe en casa, ni tampoco está ese algo que llegaba a sacarme de mis tareas diarias. Pero bueno, la vida se compone de encuentros y despedidas, y esta vez nos tocó a nosotras… además ustedes ganan, ya no habrá post de gatos jaja…
Feliz inicio de semana!!
25 de julio de 2008
por fin!!!
A tres minutos de las dos estoy a punto de escanear con éxito la carta. De un tiempo hacia acá el escáner se pone sus moños y sólo acepta ser leído por PhotoShop, algo que me incomoda cuando trabajo con textos. Bien, PhotoShop se cicló y tal parece que hasta ahora ha querido funcionar. Suena el escáner… volteo a verlo con cara de “qué ruidoso eres”… ha terminado… ojalá ahora sí quede. Esperaré que me lo indique, generalmente termino por hartar a mi PC con tantos clicks. Ha encendido la ventana… veremos.
Ya pude… pero bueno, el post de hoy no se tratará de mis intentos por hacer que el equipo trabaje con fluidez, sino de que ya es viernes, y no cualquier viernes.
Son las 2:20 de la tarde y estoy a una hora con 40 minutos de salirme de esta oficina por más de una semana. Si, me voy de vacaciones. Uy, hacía mucho tiempo que no decía esa palabra. Esperé con ansia los días santos, hice planes, llamé a mi familia… y nada. Pero esta vez los días libres son ciertos, y se aproximan un poco más lentos de lo que tardarán en transcurrir…
¿Qué haré en esos días? La respuesta es fácil: nada. Me iré a encerrar en la casa de mis papás, sin msn, sin blog, sin llamadas de la oficina, sin ropa qué lavar, sin preocuparme por la comida del día… aún no sé si llevarme a Tizzy, por aquí me dicen que la deje con alguien pero si apenas la

Bien, hoy es un viernes de los que sí me gustan; hoy cumple años un antiguo conocido ahora nuevo amigo y nos iremos a festejar mientras escuchamos cantar a Delgadillo (o mejor dicho, él cantará mientras festejamos jaja, -Felicidades de new Francisco-) ; también haré mi maleta, donde seguramente faltará algo de lo que me enteraré cuando ya esté en casa; y bueno, hoy salgo de vacaciones… sin inglés… sin gimnasio… sin jefe… qué más puedo pedir??
2:40 p.m. Una hora 20 y soy libre.
23 de julio de 2008
no quisiera olvidar...

No quisiera olvidar…
El olor a tierra mojada en la casa de mamá…
Los abrazos pequeños de Iván cuando me ve luego de un largo tiempo…
El sonido de una granada cuando se parte a la mitad…
Los ojos enormes de Aby e Ían que se hacen pequeños por culpa de las risas…
La sensación extraña cuando piso descalza las escamas de tierra seca tiempo después de la lluvia…
El rostro de mamá cuando me ve llegar a casa…
El olor a flores en mi casa, revelando prosperidad…
El yogurt sabor fresa después de una buena obra…
El piso de mi casa oliendo a Fabuloso aroma lavanda, en aquellos tiempos de escuela vespertina…
Las tabletas sabor uva robadas del cajón de papá…
Las cosquillas en los pies cuando me dibujaban caritas en los dedos…
La niebla cerrada en aquella casa lejos de la civilización…
El olor a Navidad en casa de mis papás, ese olor que dura todo diciembre y acaba hasta el año siguiente…
Los sonrojos de papá al recibir halagos…
La solidaridad de mi hermano, de quien he aprendido que la familia es primero…
La sensación de estrenar uniforme escolar…
Las palabras de Carlitos Cantú Network: ¿cuánto dinero traes en la bolsa? (respuesta: creo que nada), ¿eres rica? (respuesta: no, no soy rica), ¿tienes dónde vivir? (si, vivo en un departamento), entonces eres rica…
Los abrazos forzados de mi gata cuando llego a casa…
La extraña alegría después de un gol…
Sentir el agua fresca en la ducha…
El sabor de un chocolate líquido…
Y muchas cosas más… que supongo ya olvidé…
¿Y tú? ¿Qué no quisieras olvidar?
18 de julio de 2008
una mañana como todas...
6:45 a. m. 15 minutos… me quedan 15 minutos más… ¿y si no voy al gym hoy? Si, debería quedarme acostada otro rato… total, ya fui toda la semana…
6: 58 a. m. ¡Órale, ya casi son las 7! ¿Cuál ropa me toca hoy? Ah, la azul… ayer fue la roja… ya son las 7… nombree, en 15 minutos ya estoy allá…
Al cabo de 10 minutos ya estoy saliendo de casa, sin recordar siquiera la tentación de quedarme en la cama…
La calle está desierta… son vacaciones. Las nubes del horizonte no dejan asomarse al sol, y el viento fresco sale a mi encuentro. “Será un día caluroso”, me digo en silencio, mientras veo que el vecino de enfrente ya comenzó a trabajar en su peluquería y tiene un cliente dispuesto a confiar en sus tijeras. Voltea hacia mí, detiene su trabajo y levanta su mano para saludarme. Voy al otro lado de la calle, pero eso no me impide que le diga un fuerte “buenos días” que seguramente llegará a sus oídos. Sonríe y vuelve sus manos a la cabeza de la víctima del momento.
Sigo mi camino sintiendo el viento y deseando que el sol no se asome porque arruinaría la mañana tan perfecta. El dueño del estanquillo de periódicos está abriendo su local. En temporada de clases lo hace muy temprano, pero en estos días casi siempre es después de las 7. “Buenos días”, le digo sonriendo, “buenos días, seño, cómo amaneció”, “bien, gracias”, le contesto. Él no lo sabe, pero me parece gracioso eso de “seño”, jamás escuché una palabra tan certera, no me encasilla ni en las chicas buenas ni en las demasiado buenas, soy “seño” nada más.
Bien, me tocó semáforo en rojo, lo que significa que cruzaré sin detenerme. Tan sólo me resta media cuadra para llegar. ¿Estará muy dura la rutina de hoy? ¿Estarán los mismos compañeros de siempre? ¿Habrá quiénes se hayan tomado el viernes y sucumbido a la tentación de quedarse en casa? No lo sé, pero ya escucho la música del lugar.
Llego. Dejo mi credencial en la recepción y le echo un vistazo rápido a las identificaciones de quienes están dentro. “Mmm… nadie conocido”, me digo en silencio. Subo las escaleras y ahí están todos, como si hubieran nacido para estar allí, como si disfrutaran exigirse lo imposible.
“Qué, ¿lista?”, me dice el entrenador. “Lista”, contesto. Y me uno al grupo, olvidando mis anteriores tentaciones y homogeneizándome con los demás…
16 de julio de 2008
ehhhh la feria!

Después de eso llegó Diana, la culpable de la reunión; luego hicieron su arribo Edgar, Esteban y Williamsss, que no nos encontraban porque estábamos entre pura chamaquita guapa jajaja (uy si). Gracias a unos pases de cortesía de parte del papá de la invitadora (a los que nos resistimos hasta más no poder jaja), entramos gustosos a la feria.
Nada nuevo. Lo mismo de siempre y de todas las ferias. Tonterías made in China por aquí, playeras raras por allá, más allá un local para tomarse fotos disfrazados… “¡¡Hey, debemos tomarnos una fotoo!!” dijo alguien del grupo, a lo que añadí “¡siii, siempre he tenido ganas de una foto de esas!”. Los chicos sólo se miraron entre sí pensando “viejas locas, para qué veníamos con ellas”… Era de esperarse, luego de estar 15 minutos viendo cómo disfrazaban a otras personas pudo más la renuencia de nuestros acompañantes y nos fuimos de ahí a proseguir nuestro camino.

Dimos luego con la carpa del show de los tiburones, y para enterarnos cómo estaba el negocio por ahí, nos aproximamos a un letrero que decía: “Show de tiburones 7:00 pm, 8:00 pm y 10:00 pm. Prohibido entrar con la playera del América” jajaja. Eso estuvo genial, porque justamente Edgar es americanista y sobre él cayeron todos los comentarios. Bien, no alcanzábamos ningún show a pesar de ir decentemente vestidos, así que nos marchamos también de ahí.
Unos metros adelante apareció ante nuestros ojos, mágicamente, el camper/caja de tráiler/casita donde están guardadas las cosas más extraordinarias de la naturaleza; entiéndase con esto víboras de dos cabezas, chivos de tres patas, y demás barbaridades. Y estaba adicionada de algo especial: la mujer más pequeña del mundo. “Yo siempre he tenido ganas de entrar a uno de esos”, dije con el mismo tono con que lo dije en el local de las fotos. Pero esta vez resultó, y todos se animaron; dio la casualidad de que los seis siempre habíamos querido entrar pero nos podía más la opinión pública que dice que todo eso son tonterías. Y entramos, pagamos sólo $10 pesos, una ridícula suma comparada a lo que adentro nos esperaba. Pero lo ridículo resultó ser lo que había dentro.
Tan pronto como corrimos la cortina nos encontramos un refrigerador y una tele (que sugería la vida que existía ahí durante el día), y algunos 6 frascos llenos de formol o un líquido de esos para conservar. Efectivamente, había un cerdo cíclope, un pato con dos cabezas, un gato con seis patas, un pez con boca de cocodrilo (creo), y uno que otro animal raro, pero ninguno medía más de 20 centímetros (a excepción del pez que estaba disecado y le faltaba la cola). El interior era un muestrario de laboratorio de secundaria, donde hay muchos frascos pero nada sorprendente. Faltaba lo mejor. No sé porqué extraña razón quedé primera en la fila del grupo, y me di cuenta cuando me tocó pasar a ver a la mujer más pequeña del mundo (del mundo, si, del mundo). Me resistí un poco, no soy muy afecta a ver personas en extremo pequeñas, es más, como que me dan miedo, pero como soy bien valiente, entré y corrí la cortina. No me reí en su cara porque soy muy decente, pero la carcajada la solté cuando salí del camper/caja de tráiler/casita y todos tras de mí salieron de la misma forma. La mujer en cuestión era una niña que estaba metida en un hoyo de la cintura hacia abajo, recostada en una especie de tarima y con unos pies de muñeca para simular que estaba muy pequeña, y además con una cara de flojera que no podía con ella.

En fin, después de ahí disfrutamos un rato de la música de Motel (que por cierto, se escuchan igual en vivo que en sus discos), me tomaron una fotillo con un tipo que fue estatua viviente momentos antes (porque en ese rato ya estaba

La noche la terminamos con la dichosa foto de los disfraces. No me pregunten cómo es que convencimos a los caballeros, pero terminaron vistiendo sus chaparreras, sombreros y demás. Pero como buen americanista, Edgar se reveló y no quiso aparecer de vaquero y se puso trenzas, algo que bien mereció el comentario de Esteban “no mames, wey, parece que eres la vieja del pueblo a la que nadie quiere por fea” jajaja.

En fin, salimos de la feria muy contentos… quizá no nos divertimos como la mayoría (a todos nos dieron miedo los juegos mecánicos “para grandes” y dijimos algo como “no, hace mucho que no me subo a esa cosa, mejor luego” jaja), ni tampoco sucumbimos a la tentación de lo chino (bueno, Aleida sí, compró panecitos muy ricos), pero la noche estuvo buena, de esas que bien valen la pena repetirse.