El siempre se ríe de mí por el Dios en el que creo, un ser que jamás castiga, que no critica, que ama sin medida y que es capaz de justificar cualquier cosa que haya involucrado la palabra Amor. No creo en eso de que llegará con la espada desenvainada a cortar las cabezas de los pecadores o en alguien de ideas cuadradas que antepone el género sexual antes que el amor. No. Y quizá tenga un Dios a la medida mía, le doy el beneficio de la duda, pero de que mi Señor es el mejor, es el mejor: me da mañanas maravillosas, amigos incomparables, una familia que de tan buena me hace extrañarla todos los días, un esposo único que me ama, una familia política que me hace sentir en familia... mi Dios me da todo.
Alguna vez leí de alguien que Dios te da simplemente lo que necesitas para ser feliz, ni más ni menos, pero creo que siempre da más, una parte nuestra y otra para compartir.
