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25 de julio de 2008

por fin!!!

Casi 1:40 de la tarde. Justamente voy llegando de una ceremonia donde mi jefe resultó galardonado por ser un distinguido saltillense. Es viernes. Tengo una carta pendiente por escanear y enviar por mail, y bueno, ni qué decir de las más de 400 páginas que me piden a gritos una sexta revisión. Los 29 grados centígrados que decía la radio camino a la oficina se sentían como 35 o más, pero ya aquí todo cambia: un vaso con agua fresca al lado, el minisplit a 20 grados… ¡cuánta diferencia!

A tres minutos de las dos estoy a punto de escanear con éxito la carta. De un tiempo hacia acá el escáner se pone sus moños y sólo acepta ser leído por PhotoShop, algo que me incomoda cuando trabajo con textos. Bien, PhotoShop se cicló y tal parece que hasta ahora ha querido funcionar. Suena el escáner… volteo a verlo con cara de “qué ruidoso eres”… ha terminado… ojalá ahora sí quede. Esperaré que me lo indique, generalmente termino por hartar a mi PC con tantos clicks. Ha encendido la ventana… veremos.

Ya pude… pero bueno, el post de hoy no se tratará de mis intentos por hacer que el equipo trabaje con fluidez, sino de que ya es viernes, y no cualquier viernes.

Son las 2:20 de la tarde y estoy a una hora con 40 minutos de salirme de esta oficina por más de una semana. Si, me voy de vacaciones. Uy, hacía mucho tiempo que no decía esa palabra. Esperé con ansia los días santos, hice planes, llamé a mi familia… y nada. Pero esta vez los días libres son ciertos, y se aproximan un poco más lentos de lo que tardarán en transcurrir…

¿Qué haré en esos días? La respuesta es fácil: nada. Me iré a encerrar en la casa de mis papás, sin msn, sin blog, sin llamadas de la oficina, sin ropa qué lavar, sin preocuparme por la comida del día… aún no sé si llevarme a Tizzy, por aquí me dicen que la deje con alguien pero si apenas la
aguanto yo, no creo que otro le vaya a cumplir sus caprichos… al fin mujer.

Bien, hoy es un viernes de los que sí me gustan; hoy cumple años un antiguo conocido ahora nuevo amigo y nos iremos a festejar mientras escuchamos cantar a Delgadillo (o mejor dicho, él cantará mientras festejamos jaja, -Felicidades de new Francisco-) ; también haré mi maleta, donde seguramente faltará algo de lo que me enteraré cuando ya esté en casa; y bueno, hoy salgo de vacaciones… sin inglés… sin gimnasio… sin jefe… qué más puedo pedir??



2:40 p.m. Una hora 20 y soy libre.


23 de julio de 2008

no quisiera olvidar...


Alguna vez vi esta actividad en un blog de alguien que sabe escribir, y prometí que alguna vez haría lo propio…

No quisiera olvidar…

El olor a tierra mojada en la casa de mamá…
Los abrazos pequeños de Iván cuando me ve luego de un largo tiempo…
El sonido de una granada cuando se parte a la mitad…
Las flores en el jardín de mamá y su fascinación por ellas...
Las risas fáciles de los buenos ratos...
Los ojos enormes de Aby e Ían que se hacen pequeños por culpa de las risas…
La sensación extraña cuando piso descalza las escamas de tierra seca tiempo después de la lluvia…
El rostro de mamá cuando me ve llegar a casa…
El olor a flores en mi casa, revelando prosperidad…
El yogurt sabor fresa después de una buena obra…
El piso de mi casa oliendo a Fabuloso aroma lavanda, en aquellos tiempos de escuela vespertina…
Las tabletas sabor uva robadas del cajón de papá…
Las cosquillas en los pies cuando me dibujaban caritas en los dedos…
La niebla cerrada en aquella casa lejos de la civilización…
El olor a Navidad en casa de mis papás, ese olor que dura todo diciembre y acaba hasta el año siguiente…
Los sonrojos de papá al recibir halagos…
La solidaridad de mi hermano, de quien he aprendido que la familia es primero…
La sensación de estrenar uniforme escolar…
La receta de los dulces de leche con galleta...
Las palabras de Carlitos Cantú Network: ¿cuánto dinero traes en la bolsa? (respuesta: creo que nada), ¿eres rica? (respuesta: no, no soy rica), ¿tienes dónde vivir? (si, vivo en un departamento), entonces eres rica…
Los abrazos forzados de mi gata cuando llego a casa…
La extraña alegría después de un gol…
El cabello rizado que tenía la abuela...
Sentir el agua fresca en la ducha…
El sabor de un chocolate líquido…
Y muchas cosas más… que supongo ya olvidé…

¿Y tú? ¿Qué no quisieras olvidar?

18 de julio de 2008

una mañana como todas...

6:35 a. m. Suena la alarma. ¿Dónde se apaga esta cosa? “Pausa” o “Detener”, ¿qué no es lo mismo?… ah no… en “Pausa” vuelve a sonar… bien… “Detener” entonces…

6:45 a. m.
15 minutos… me quedan 15 minutos más… ¿y si no voy al gym hoy? Si, debería quedarme acostada otro rato… total, ya fui toda la semana…

6: 58 a. m.
¡Órale, ya casi son las 7! ¿Cuál ropa me toca hoy? Ah, la azul… ayer fue la roja… ya son las 7… nombree, en 15 minutos ya estoy allá…

Al cabo de 10 minutos ya estoy saliendo de casa, sin recordar siquiera la tentación de quedarme en la cama…

La calle está desierta… son vacaciones. Las nubes del horizonte no dejan asomarse al sol, y el viento fresco sale a mi encuentro. “Será un día caluroso”, me digo en silencio, mientras veo que el vecino de enfrente ya comenzó a trabajar en su peluquería y tiene un cliente dispuesto a confiar en sus tijeras. Voltea hacia mí, detiene su trabajo y levanta su mano para saludarme. Voy al otro lado de la calle, pero eso no me impide que le diga un fuerte “buenos días” que seguramente llegará a sus oídos. Sonríe y vuelve sus manos a la cabeza de la víctima del momento.

Sigo mi camino sintiendo el viento y deseando que el sol no se asome porque arruinaría la mañana tan perfecta. El dueño del estanquillo de periódicos está abriendo su local. En temporada de clases lo hace muy temprano, pero en estos días casi siempre es después de las 7. “Buenos días”, le digo sonriendo, “buenos días, seño, cómo amaneció”, “bien, gracias”, le contesto. Él no lo sabe, pero me parece gracioso eso de “seño”, jamás escuché una palabra tan certera, no me encasilla ni en las chicas buenas ni en las demasiado buenas, soy “seño” nada más.

Bien, me tocó semáforo en rojo, lo que significa que cruzaré sin detenerme. Tan sólo me resta media cuadra para llegar. ¿Estará muy dura la rutina de hoy? ¿Estarán los mismos compañeros de siempre? ¿Habrá quiénes se hayan tomado el viernes y sucumbido a la tentación de quedarse en casa? No lo sé, pero ya escucho la música del lugar.

Llego. Dejo mi credencial en la recepción y le echo un vistazo rápido a las identificaciones de quienes están dentro. “Mmm… nadie conocido”, me digo en silencio. Subo las escaleras y ahí están todos, como si hubieran nacido para estar allí, como si disfrutaran exigirse lo imposible.

“Qué, ¿lista?”, me dice el entrenador. “Lista”, contesto. Y me uno al grupo, olvidando mis anteriores tentaciones y homogeneizándome con los demás…

16 de julio de 2008

ehhhh la feria!

Y nos fuimos a la feria nada más por puro gusto de estar juntos, luego de un día de trabajo sólo eso podía sacarnos de casa. Aleida y yo llegamos primero y nos sentamos a un lado de la taquilla a esperar a los demás, pero justamente pusimos nuestros traseros en un lugar encalado y sólo nos burlamos de la situación, “esto es lo bueno crecer, ya no nos importa”, dije mientras nos levantábamos y sacudíamos nuestro trasero.

Después de eso llegó Diana, la culpable de la reunión; luego hicieron su arribo Edgar, Esteban y Williamsss, que no nos encontraban porque estábamos entre pura chamaquita guapa jajaja (uy si). Gracias a unos pases de cortesía de parte del papá de la invitadora (a los que nos resistimos hasta más no poder jaja), entramos gustosos a la feria.

Nada nuevo. Lo mismo de siempre y de todas las ferias. Tonterías made in China por aquí, playeras raras por allá, más allá un local para tomarse fotos disfrazados… “¡¡Hey, debemos tomarnos una fotoo!!” dijo alguien del grupo, a lo que añadí “¡siii, siempre he tenido ganas de una foto de esas!”. Los chicos sólo se miraron entre sí pensando “viejas locas, para qué veníamos con ellas”… Era de esperarse, luego de estar 15 minutos viendo cómo disfrazaban a otras personas pudo más la renuencia de nuestros acompañantes y nos fuimos de ahí a proseguir nuestro camino.

Después visitamos a las vacas y caballos simpaticones; Aleida, Diana y Edgar se subieron a los tractores; descubrimos que a una cabrilla le pegó lo emo, y también que si un animalillo no tiene luz pasará desapercibido. La exposición ganadera estaba un tanto sobria, pero interesante.

Dimos luego con la carpa del show de los tiburones, y para enterarnos cómo estaba el negocio por ahí, nos aproximamos a un letrero que decía: “Show de tiburones 7:00 pm, 8:00 pm y 10:00 pm. Prohibido entrar con la playera del América” jajaja. Eso estuvo genial, porque justamente Edgar es americanista y sobre él cayeron todos los comentarios. Bien, no alcanzábamos ningún show a pesar de ir decentemente vestidos, así que nos marchamos también de ahí.

Unos metros adelante apareció ante nuestros ojos, mágicamente, el camper/caja de tráiler/casita donde están guardadas las cosas más extraordinarias de la naturaleza; entiéndase con esto víboras de dos cabezas, chivos de tres patas, y demás barbaridades. Y estaba adicionada de algo especial: la mujer más pequeña del mundo. “Yo siempre he tenido ganas de entrar a uno de esos”, dije con el mismo tono con que lo dije en el local de las fotos. Pero esta vez resultó, y todos se animaron; dio la casualidad de que los seis siempre habíamos querido entrar pero nos podía más la opinión pública que dice que todo eso son tonterías. Y entramos, pagamos sólo $10 pesos, una ridícula suma comparada a lo que adentro nos esperaba. Pero lo ridículo resultó ser lo que había dentro.

Tan pronto como corrimos la cortina nos encontramos un refrigerador y una tele (que sugería la vida que existía ahí durante el día), y algunos 6 frascos llenos de formol o un líquido de esos para conservar. Efectivamente, había un cerdo cíclope, un pato con dos cabezas, un gato con seis patas, un pez con boca de cocodrilo (creo), y uno que otro animal raro, pero ninguno medía más de 20 centímetros (a excepción del pez que estaba disecado y le faltaba la cola). El interior era un muestrario de laboratorio de secundaria, donde hay muchos frascos pero nada sorprendente. Faltaba lo mejor. No sé porqué extraña razón quedé primera en la fila del grupo, y me di cuenta cuando me tocó pasar a ver a la mujer más pequeña del mundo (del mundo, si, del mundo). Me resistí un poco, no soy muy afecta a ver personas en extremo pequeñas, es más, como que me dan miedo, pero como soy bien valiente, entré y corrí la cortina. No me reí en su cara porque soy muy decente, pero la carcajada la solté cuando salí del camper/caja de tráiler/casita y todos tras de mí salieron de la misma forma. La mujer en cuestión era una niña que estaba metida en un hoyo de la cintura hacia abajo, recostada en una especie de tarima y con unos pies de muñeca para simular que estaba muy pequeña, y además con una cara de flojera que no podía con ella.

Esos $10 pesos fueron la estafa más grande de la noche, no puedo creer cómo es que decidimos entrar y regalarles tanto dinero por tan poco jajaja… no cabe duda, la curiosidad nos hace cometer tonterías.

En fin, después de ahí disfrutamos un rato de la música de Motel (que por cierto, se escuchan igual en vivo que en sus discos), me tomaron una fotillo con un tipo que fue estatua viviente momentos antes (porque en ese rato ya estaba
platicando y demás), y nos fuimos a beber, beber y beber, jaja, no es cierto. Estuvimos un rato en el bar del hermano de Diana y sólo bebimos un poco y cenamos una rica discada.

La noche la terminamos con la dichosa foto de los disfraces. No me pregunten cómo es que convencimos a los caballeros, pero terminaron vistiendo sus chaparreras, sombreros y demás. Pero como buen americanista, Edgar se reveló y no quiso aparecer de vaquero y se puso trenzas, algo que bien mereció el comentario de Esteban “no mames, wey, parece que eres la vieja del pueblo a la que nadie quiere por fea” jajaja.

En fin, salimos de la feria muy contentos… quizá no nos divertimos como la mayoría (a todos nos dieron miedo los juegos mecánicos “para grandes” y dijimos algo como “no, hace mucho que no me subo a esa cosa, mejor luego” jaja), ni tampoco sucumbimos a la tentación de lo chino (bueno, Aleida sí, compró panecitos muy ricos), pero la noche estuvo buena, de esas que bien valen la pena repetirse.
ps. La excluída del grupo soy yo, y todo surgió cuando el tipo que organizaba me preguntó "con quien vienes? quién es tu pareja?" a lo que respondí "ninguno", y me dijo "bueno, tu vas acá", y me puso retelejos jajaja... y ps a la fea les toca identificarla jajaja... ese Ésgarr siempre con sus cosas, en fin...

11 de julio de 2008

elegir...


No creo en el destino, ni en las líneas de las manos o el café que leen algunos. No creo en los que predicen el futuro, auguran éxitos o fracasos y ponen nuestra vida como un simple guión ya escrito. No creo que el futuro exista, ni el mañana, ni el después, ni siquiera los próximos diez minutos.


La vida es demasiado compleja como para detenernos en lo que vendrá y consumir segundos valiosos donde se esconde el porvenir.


El hoy, el ahora, éste instante... eso es lo que importa. Pero no hay que olvidar algo importante: las elecciones de hoy nos abrirán el abanico de posibilidades para los siguientes "hoys", "ahoras", "instantes", de ahí la importancia de saber elegir.


7 de julio de 2008

un post pequeño...


Les presumo mi fotito... este fin de semana me escapé a mi casa para cumplir con un deber familiar: fui madrina de confirmación de uno de mis sobrinos grandecitos, ya ven que ahora se confirman de 10 años en adelante, y le regalé un balon de la Euro (bueno, no exactamente de esos, sino del modelo de la Euro), esa es una ventaja de tener una tía futbolera y que al mismo tiempo parezca buena gente.

Y la foto es de un día después. Los granados de mi casa están ya con fruto, y aunque aún falta tiempo para que maduren, no quise dejar pasar la oportunidad y les tomé unas fotillos... como las granadas son blancas, cuando estén listas para el consumo humano (jaja así dicen en las noticias, no?) estarán exactamente del mismo color, así que no habrá tanta diferencia...



Feliz inicio de semana!! :)



3 de julio de 2008

Relaciones interfaciales...

Me encontré este texto en un blog y me pareció interesante compartirlo. No mencionaré el autor, sólo sus siglas, porque sé que algunos dirán que sus textos son bastante light (pero este es interesante, light interesante) y no querrán leerlo, así que adelante...
Casarse con alguien fuera de su congregación religiosa ya no es gran cosa, tampoco lo es hacerlo con una persona de otra generación. Cerca del 4% de los matrimonios es interracial, ni siquiera los abuelos se sentirán abrumados si un estadounidense se casa con alguien de otro color. Mientras las viejas prohibiciones se desvanecen, una nueva ocupa su lugar. Es una discriminación extendida aunque poco comentada que provoca dolor y estrés a las parejas afectadas, a quienes habitualmente se les dificulta hablar acerca del asunto aún entre ellos mismos. Nos referimos, a casarse con alguien totalmente alejado en lo que se refiere al "look" o al aspecto físico, es decir formar una pareja dispareja, tan opuesta físicamente, como resultaba La Bella y la Bestia o Agustín Lara y María Félix, quien muchos años después confesara en relación al físico del músico poeta: "Seguro que nunca ganaría un concurso de belleza, pero yo lo veo guapo. Y todos los que me cortejaron en vano deberían envidiarle. La belleza no está solo en el aspecto físico, en tener una cara atractiva. Un hombre guapo es un macho con palabras de amor… Y además Agustín, como amante, es una maravilla…"
Belinda Luscombe, autora del artículo titulado, "El Ultimo tabú" publicado en la revista Time (mayo 28, 2007), confiesa formar parte de un matrimonio "de belleza mixta" por cerca de una década y media; igualmente confiesa que se ha acostumbrado a las miradas y muecas de la gente que los rodea. Belinda, que está muy lejos de ser considerada como a una Venus, ha desarrollado incluso, una serie de respuestas despreocupadas para los inevitables comentarios proferidos por compañeras de trabajo y amigas, del tipo de: "Oye, tu marido está guapísimo" A veces contesta con cierta ironía: "No es mi marido, es mi hermano gemelo", o en otras ocasiones dice: "Pues sí, aunque en el interior de Australia yo soy considerada un gran belleza y es Nicole Kidman la fea" Según cada vez, le duele un poco menos este tipo de comentarios.
Como muchos en su situación, no fue su intención inter-casarse. No es que tuviera expectativas por encima de su realidad, sucedió simplemente que era muy joven y lo suficientemente ingenua como para pensar que el amor lo conquistaría todo. Asimismo, y siempre con esa misma franqueza, nunca pensó que él era efectivamente tan guapo. Eso es lo que hace este tipo de discriminación tan insidiosa: no resulta claro que las parejas transgreden las leyes de la igualdad de atractivo sino hasta que ya se han casado. "A nadie le importa que salga con alguien fuera de mi tribu y se aplaude la intención ambiciosa de lanzarse por el tipo guapo al otro lado del cuarto, pero -como mis amigos de la comunidad gay han llegado a la conclusión- hay un mundo de diferencia entre lo que se acepta en la inocente situación de "andar juntos" y en el criticable estado de estar casados" dice Belinda.
Como en otras áreas de la discriminación, la mujer enfrenta una doble amenaza. Los hombres que se casan con mujeres bellísimas por lo general son estrellas de rock, o bien son muy ricos o que tienen- "cualidades escondidas". Las mujeres que se casan con hombres muy guapos, están perdidas: su marido debe ser gay o tener cicatrices de acné. Los estándares son ridículos: Debora-Lee Turnes es una encantadora, alegre y atractiva mujer, que está casada con el súper galán Hugh Jackman, un fenómeno de la naturaleza. ¿Y cuáles son los rumores respecto a esta pareja? Que Jackman es gay.
Son sorprendentemente escasos los estudios -evaluados por pares- que se hayan efectuado del tipo de unión como el de Belinda. "Aun no tenemos nuestro cuadrito para ser "palomeado" en el censo de población, aunque hemos existido por años".
Si Ud sospecha que está en un matrimonio "interfacial", no le de pena, la aceptación es el primer paso para la recuperación. Hágase estas preguntas: ¿Ud y su pareja no se ponen de acuerdo en el número de espejos que debe haber en la casa, en que ángulo se deben colocar y como deben estar iluminados? ¿Es Ud la que toma todas las fotografías en las reuniones familiares? ¿Si su cónyuge le compra algunos productos de belleza, lo toma como una especie de advertencia?¿Educa Ud a sus hijos como feos o guapos o bien trata de encontrar un justo medio como "simpáticos" o "monos"? ¿Celebra las fiestas para la "gente bonita" como el día de San Valentín o los carnavales? Pocas parejas de "atractivo desequilibrado" logran manejar estas cuestiones por sí mismas.
G. L.